Ya está colgado en la red de redes el número navideño del ‘British Medical Journal’. Como sabréis algunos
asiduos a este blog, se trata de un número especial en el que cada año, en aras
del buen humor, se publican unos cuantos artículos extravagantes y algunas
investigaciones médicas estrafalarias, de las cuales iremos dando cuenta en
próximas entregas.
Pero de momento, y dado que esta noche me voy de cena con
unos colegas a un sitio donde sirven unos excelentes espárragos trigueros, voy
a decantarme por un trabajo dedicado los factores hereditarios que determinan
la capacidad de detectar olfativamente en la orina los metabolitos de los espárragos.
El artículo se titula “Sniffing out significant ‘Pee
values’: genome wide association study of asparagus anosmia”, y juega con la
similitud fonética de “P”, la letra que se utiliza (P-valor) para determinar si
un resultado es estadísticamente significativo, y “pee”, que no es otra cosa
que “pipí”. Por lo tanto, la traducción sería algo así como “Olfateando
‘valores pipí’ significativos: estudio de asociación de genoma completo de la
anosmia del espárrago” (BMJ
2016;355:i6071).