martes, 9 de abril de 2019

Muerte y supervivencia en ‘Juego de tronos’: una investigación epidemiológica


El comienzo de la octava y última temporada de ‘Juego de tronos’ se acerca y entre las preguntas que se hacen los seguidores –y las casas de apuestas- es qué personajes la palmarán y cuáles llegarán al final vivitos y coleando.

Una de las cosas que nos dejó perfectamente claras George R.R. Martin en su saga literaria es que sobrevivir en Poniente –y también más allá del Mar Angosto- es harto complicado. Sin embargo, hay gente que se ha dedicado a investigar la mortalidad a lo largo de la serie e incluso propone algunas ideas que servirían a más de uno a salir ileso de la historia.

Le epidemiología es la disciplina científica en el área de la medicina que estudia la frecuencia, la distribución y los factores que determinan las enfermedades existentes en las poblaciones humanas. Aunque en su inicio parece que estaba más centrada en el tema de las infecciones, su alcance es mayor y estudia también las causas de muerte no provocadas por enfermedades, como es el caso de accidentes, homicidios, suicidios, etc.

Y la mortalidad de ‘Juego de tronos’ es precisamente lo que han investigado los doctores Reidar P. Lystad y Benjamin T. Brown, que trabajan en una universidad australiana. Su exhaustivo artículo se publicó en la revista ‘Injury Epidemiology’ (2018;5:44) y su título se inspira en una frase de Jaqen H’ghar: “La muerte es segura, el tiempo no: Mortalidad y supervivencia en Juego de Tronos”.

jueves, 21 de marzo de 2019

Inyectarse el propio semen por vía intravenosa no es una buena idea


La semana pasada colgué aquí un artículo sobre un ciudadano chino que acabó en el hospital con una infección por hongos provocada por su costumbre diaria de olfatear sus calcetines usados. Es un caso chocante, pero hay que decir en su defensa que el hombre no pensaba en las graves consecuencias clínicas que podía tener su hábito, sino tan solo en si podía ponerse sus calcetines sucios un días má –o dos o tres- antes de meterlos en la lavadora.

En comparación, el caso clínico que os traigo hoy no tiene defensa ninguna. El sujeto chino era tal vez un inconsciente, pero el protagonista de lo que os voy a contar es un zopenco con todas las letras.

Los médicos que firman el artículo trabajan en un hospital de Tallaght, una localidad cercana a Dublín. En un artículo publicado el pasado enero en el Irish Medical Journal (2019;112(1):857) explicaban el caso de un hombre de 33 años que acudió a su consulta quejándose de un fuerte y súbito dolor de espalda. Comentó que tres días antes había tenido que levantar un objeto pesado y que sus síntomas habían aumentado desde entonces.

A la hora de examinarlo, los médicos advirtieron que en su antebrazo tenía eritema que les llamó la atención. Cuando le interrogaron, ni corto ni perezoso explicó que se había inyectado su propio semen en una vena del brazo con intención de comprobar si tan descabellado tratamiento le aliviaba el dolor de espalda. Además, dijo que no se lo había aconsejado ningún médico ni el vecino zumbado del quinto ni la portera, sino que había sido una idea propia... como el semen. Si aspiraba a ganar el Nobel de Medicina, ya os adelanto que tiene pocas probabilidades.

jueves, 14 de marzo de 2019

Olor a pies, calcetines usados y el chino que acabó en el hospital

Hace pocos meses muchos medios de comunicación se hicieron eco del desdichado caso de un individuo chino de 37 años que acabó en el hospital debido a su costumbre de olisquear cada día sus calcetines usados. Tal vez lo hacía con intención de comprobar si la fetidez era lo suficientemente tolerable como para volver a ponérselos al día siguiente. Parece un caso insólito, pero probablemente más de un lector se siente identificado.

La cuestión es que el infeliz sujeto acudió a urgencias con dolor en el pecho, tos y sensación de opresión al respirar. El diagnóstico final fue una infección por hongos en sus pulmones, lo que tuvo como consecuencia un interrogatorio médico en el que el paciente reconoció su adicción a olfatear sus calcetines sucios, una confesión que, no se sabe bien cómo, saltó a la prensa y de ahí a las redes sociales para regocijo de todo el planeta, y también para preocupación de algunas personas con costumbres parecidas.

La noticia me retrotrae a uno de los artículos que incluí en el libro ‘Si Galileo levantara la cabeza’ y que trataba del tema del olor a pies. ¿Por qué los pies sudados huelen de ese modo? Pues bien, se trata de una cuestión a la que investigadores japoneses intentaron dar respuesta en un precioso artículo titulado "Elucidación de las sustancias químicas responsables del mal olor de los pies" (Br J Dermatol 1990;122:771-776).

viernes, 14 de septiembre de 2018

Sellos postales y erecciones nocturnas


Antes de nada, pido perdón por no haber publicado nada nuevo en este blog desde hace bastantes meses. No por falta de material ni por falta de ganas. Pero, en fin, aquí estoy de vuelta para poner de manifiesto una vez más que los científicos pueden ser divertidos y hasta estrafalarios sin ni siquiera pretenderlo.

La motivación para ponerme manos a la obra fue la entrega de los Premios IgNobel ayer por la noche en el Sanders Theatre del campus de Harvard, como siempre con Marc Abrams como maestro de ceremonias. Otros próximos posts los dedicaré a otras categorías de la presente edición, mientras que en este quiero comentar uno de los premios que más me ha llamado la atención. Se trata del galardón en la categoría de Medicina Reproductiva, otorgado a un estudio publicado hace casi 40 años, titulado “Monitorización de la tumescencia peneana nocturna con sellos”.

sábado, 3 de marzo de 2018

El gran invento del implante dental para abrir cervezas


Estas últimas semanas he tenido un problemilla con un implante dental que me colocaron hace algo más de un año, motivo por el cual buceé un poco por la red para tener más información sobre el tema. Y entre las cosas que encontré figura este sorprendente invento del siglo XXI que es, nada y nada menos, que un implante específicamente diseñado ¡para abrir botellas de cerveza!

Naturalmente es el sueño de más de un “chulillo” para jactarse ante su audiencia sin poner en riesgo la propia dentadura. Me figuro que deben de ser unos cuantos los que se han partido alguna muela intentando fardar tontamente de “masculinidad dental”.

En efecto, un cirujano dental argentino llamado Sebastián Juri, fue el encargado de dar forma a la fantástica idea, aunque en realidad es necesario explicar que todo deriva de una estrategia publicitaria.