En español solemos decir que “se nos hiela la sangre” cuando
queremos expresar una gran sensación de miedo o de profundo sobrecogimiento.
Los franceses tienen una expresión parecida –“glacer le sang”-, mientras que
los anglosajones emplean un término algo más “biológico” cuando dicen que el
miedo “can curdle blood”, que vendría a significar que “les coagula la sangre”. La idea de fondo es la misma sea cual sea el idioma
utilizado y además se trata de una expresión que se emplea desde la época
medieval.
¿Pero hasta qué punto es verdad? ¿Realmente puede el miedo
helarnos o coagularnos la sangre en las venas? Puede pareceros una expresión
un punto exagerada, pero eso no fue óbice para que investigadores holandeses de
la Universidad de Leiden
trataran de dar respuesta a la pregunta.
Sus resultados se publicaron en el British Medical Journal (BMJ. 2015; 351: h6367), en
concreto en el número navideño del pasado año. No está de más recordar que esta
prestigiosa revista médica tiene por costumbre incluir en su último número del
año unos cuantos artículos científicos insólitos y chocantes en los que los
médicos tienden a exhibir su sentido del humor, unas veces con más gracia que
otras.
En este caso reclutaron a 24 voluntarios menores de 30 años. A 14 de ellos les hicieron ver una película de terror, y al cabo de una
semana, a la misma hora del día, un documental educativo. Los 10 voluntarios
restantes hicieron lo mismo, pero en orden inverso. Es decir, primero vieron el
documental y a la semana la peli de terror.
Para que os hagáis una mejor idea, sabed que la cinta de
miedo que les pasaron fue ‘Insidious’, de 2010, dirigida por James Wan, sobre
una familia con un niño en coma que habitan una casa donde no dejan de
ocurrir cosas raras y, como no podía ser de otra manera, espantosas.
En cuanto
al documental, se titulaba ‘A Year in Champagne’ (2014) y estaba dedicado a la
elaboración de champán en varias bodegas de la comarca francesa. Cuando los
participantes se sentaron cómodamente ante la pantalla no tenían ni idea de lo
que iban a ver y se les pidió que no fumaran ni bebieran alcohol ese día.
Además, “para reducir el riesgo de confusión por superstición, ninguna de las
películas se exhibió en días de luna llena ni en viernes 13”, aclaran.
Volviendo al tema científico, 15 minutos antes de proyectar cada
película y 15 minutos después de finalizada se tomaron muestras de sangre a los
voluntarios. El objetivo fue medir las concentraciones de varios marcadores de
la coagulación: el factor de coagulación VIII, el dímero-D, el complejo
trombina-antitrombina y fragmentos 1+2 de protrombina.
También se pidió a los participantes que valoraran en una
escala del 0 al 10 el miedo que habían pasado al ver las dos películas y se
comprobó, como era de esperar, que la elaboración del champán apenas desató ninguna
clase de pánico. ‘Insidious’ obtuvo 5,4 puntos más de media en la escala de
valoración del terror que el documental vitivinícola.
Los análisis de sangre permitieron corroborar lo que
buscaban los autores del estudio. Observaron que la concentración del factor
VIII aumentó más entre los que vieron la peli de terror que entre los que
vieron el documental. Sin embargo, no se observó ningún efecto en los otros
marcadores de la coagulación analizados. De hecho, se observaron incrementos
del factor VIII en 12 (57%) de los participantes cuando vieron la cinta
terrorífica por solamente 3 (14%) cuando vieron el documental champañero.
¿Qué significa esto? Pues que, en cierto modo, se podría
afirmar que el miedo no congela la sangre, pero sí que tiene un efecto sobre la coagulación, ya que
aumenta los niveles de ese factor VIII. Además, el incremento medio observado de
11,1 IU/dl es para los autores “clínicamente relevante”, puesto que por cada 10
IU/dl de aumento de esta proteína, el riesgo de trombosis venosa aumenta un 17%. Esto también
ayuda a explicar por qué el pánico puede desencadenar un infarto en personas
susceptibles.
Y ya que hablamos de cine y de miedo, os dejo una famosa
frase del maestro Yoda: “El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio
lleva al sufrimiento. Percibo mucho miedo en ti”. Pues cuidado con el factor VIII,
querido Luke, ya que palmarla a causa de un infarto quedaría bastante anticlimático en el episodio VIII.
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