martes, 26 de abril de 2016

Telepatía telefónica

Seguro que a muchos de los lectores les ha sucedido lo siguiente: les viene a la mente una persona conocida y reciben una llamada telefónica de ella instantes después. "Parece que tenga telepatía porque estaba pensando en ti justo cuando has llamado", dice bromeando en ocasiones el receptor de la llamada. Finalmente, se atribuye la coincidencia a la casualidad sin más. 

Pero no es eso lo que piensa Rupert Sheldrake, un biólogo británico que afirma tener pruebas de que existe realmente eso que llama "telepatía telefónica". En mi caso, lo más habitual es que me llamen de Jazztel o similares, así que no es difícil acertar. En fin... Hace más o menos una década Sheldrake participó en la reunión anual de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, con el fin de exponer a investigadores escépticos los resultados de sus experimentos, financiados nada menos que por el prestigioso Trinity College de Cambridge.

Tales experimentos no se centran sólo en el teléfono, sino también en inventos más modernos como el e-mail. Sheldrake explicó que en su "ensayo telefónico" participaron 63 personas y que 50 lo hicieron en su experimento con el correo electrónico. Cada uno le dio a los investigadores los nombres y números de teléfono de cuatro parientes o amigos. Aleatoriamente, se eligió a uno de esos conocidos para pedirle que llamara al participante del experimento, quien tenía que acertar quién telefoneaba antes de responder.


Según los resultados, el índice de éxito fue del 45%, porcentaje que casi duplica la probabilidad de acierto que se puede atribuir al azar. En el caso del correo electrónico, los resultados obtenidos fueron prácticamente los mismos que con el teléfono. En palabras del citado investigador, "las probabilidades de que esos resultados sean un efecto de la casualidad son una contra mil millones".

Pese a todo, el investigador no logró vencer el escepticismo de los asistentes a la reunión. Se considera que sus experimentos están realizados con una escasa muestra de participantes y que sólo 4 sujetos fueron grabados en vídeo en el estudio telefónico, lo que hace dudar de la veracidad de sus datos.

Sheldrake cree en que todas las mentes están interconectadas y gran parte de sus investigaciones están pensadas para demostrarlo. Por ejemplo, ya publicó hace unos años el libro ‘Perros que saben cuándo sus amos llegan a casa y otros poderes inexplicables de los animales’, un título que ya lo dice casi todo. De hecho, es autor de docenas artículos científicos y más de una decena de libros en todo o en parte relacionados con esa interconexión mental, eje de lo que él ha bautizado como teoría de los "campos mórficos" y de la "resonancia mórfica", algo un tanto complejo –y probablemente inútil- para explicar en estas líneas.

Lo interesante es saber que el amigo Rupert, a pesar de la poca credibilidad que le atribuyen sus colegas científicos, no se dio nunca por vencido y en su momento anunció que extendería sus investigaciones a los teléfonos móviles y a los mensajes SMS.

Dicho y hecho, por supuesto. Uno de sus artículos más recientes se publicó el año pasado en una revista llamada ‘Explore: The Journal of Science & Healing’ y se tituló ‘Pruebas automatizadas para la telepatía telefónica usando teléfonos móviles’ (Explore 2015;11:310-319). En este caso los participantes se inscribieron en el experimento por internet proporcionando los nombres y teléfonos de dos o tres conocidos. Aleatoriamente, un ordenador seleccionaba quién haría la llamada y preguntaba al receptor quién creía que le estaba llamando. Cada prueba consistió en seis ensayos. Los resultados muestran que en los 2.080 ensayos realizados con tres posibles interlocutores el receptor acertó quién le llamaba en el 41,8% de los casos, cuando lo normal en términos estadísticos hubiera sido un 33,3%.

El experimentó con SMS lo publicó en 2009 en la misma revista (Explore 2009;5:272-276). En este caso, la tasa de aciertos fue inferior, un 37,9%. Estamos de acuerdo en que es más del 33,3%, pero alguien debería decirle al amigo Rupert que eso significa que en el 62,1% de los intentos, el receptor del mensaje falló. Me pregunto si a eso también hay que llamarlo telepatía o si los campos mórficos fueron en esos casos más bien “amórficos”.




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