Presiento que los doctores J. Hernández Pinzón y A. Parra,
del Servicio de Radiología, Centro de
Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC), en Buenos Aires (Argentina),
son unos cachondos o bien unos fanáticos de Star Wars.
Tal vez estaban muy aburridos examinando radiografías y
tomografías axiales computarizadas (TAC) y otras pruebas de imagen cuando les
llegó la imagen de la fotografía que protagoniza este corto –y algo tonto, por
qué no decirlo- post de hoy.
Esa imagen de un TAC realizado al encéfalo de un paciente de
81 años que acudió a urgencias por vértigo de inicio súbito les debió parecer
los suficiente divertida como para publicarla en la ‘Revista Argentina
de Radiología’ con el título “Cara de peluche” (doi:10.1016/j.rard.2016.04.008).
En concreto, escriben que en el plano coronal del TAC sin
contraste se percibe la cara formada por las astas posteriores de los
ventrículos laterales y los plexos coroideos (representando los ojos), la cisterna
cerebelosa superior (que forma la nariz) y el cuarto ventrículo (asemejándose a
la boca). Para más inri, acompañan la imagen con un peluche de Chewbacca.
Luego habrá quien diga que los científicos no tienen sentido
del humor. Por mi parte, felicidades por este enorme hallazgo y espero
que este otoño obtengan un merecidísmo Premio Ig Nobel.
(Gracias a Xavi Lisbona
por el descubrimiento)
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