martes, 26 de abril de 2016

Telepatía telefónica

Seguro que a muchos de los lectores les ha sucedido lo siguiente: les viene a la mente una persona conocida y reciben una llamada telefónica de ella instantes después. "Parece que tenga telepatía porque estaba pensando en ti justo cuando has llamado", dice bromeando en ocasiones el receptor de la llamada. Finalmente, se atribuye la coincidencia a la casualidad sin más. 

Pero no es eso lo que piensa Rupert Sheldrake, un biólogo británico que afirma tener pruebas de que existe realmente eso que llama "telepatía telefónica". En mi caso, lo más habitual es que me llamen de Jazztel o similares, así que no es difícil acertar. En fin... Hace más o menos una década Sheldrake participó en la reunión anual de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, con el fin de exponer a investigadores escépticos los resultados de sus experimentos, financiados nada menos que por el prestigioso Trinity College de Cambridge.

Tales experimentos no se centran sólo en el teléfono, sino también en inventos más modernos como el e-mail. Sheldrake explicó que en su "ensayo telefónico" participaron 63 personas y que 50 lo hicieron en su experimento con el correo electrónico. Cada uno le dio a los investigadores los nombres y números de teléfono de cuatro parientes o amigos. Aleatoriamente, se eligió a uno de esos conocidos para pedirle que llamara al participante del experimento, quien tenía que acertar quién telefoneaba antes de responder.

martes, 19 de abril de 2016

Frente al cáncer de próstata, más vale... ¿eyacular?

Estamos tan acostumbrados a que los médicos nos digan que casi todo lo que nos gusta –los chupitos de orujo, la panceta, los torreznos...- es malo para la salud que sorprende encontrar un artículo científico que apunte en la dirección contraria. Bueno... a veces ocurre.

En la edición online de la revista ‘European Urology’ se publicó hace poco (Eur Urol 2016; doi:10.1016/j.eururo.2016.03.027) un estudio en el que se confirma que la eyaculación frecuente nos protege frente al cáncer de próstata.

Lo firman investigadores de la Chan School of Public Health de Boston, con la epidemióloga Jennifer Rider como autora principal, y básicamente viene a confirmar a largo plazo los resultados de otra investigación de hace diez años que concluía más o menos algo parecido.

Lo cierto es que la hipótesis no es nada nueva. En mi libro –sí, ese que tenía el mismo título que este blog- ya comentaba un estudio australiano en el que se decía que la masturbación habitual reduciría los casos de cáncer de próstata en una tercera parte. Teniendo en cuenta que se trata de uno de los tipos de cáncer más frecuentes y mortales en el varón, los científicos del Cancer Council Victoria de Melbourne que lo publicaron tuvieron el gran mérito de proponer una medida de salud pública sencilla, barata, efectiva y placentera. Además, como decía Woody Allen, “la masturbación es hacer el amor con alguien a quien verdaderamente amas”.

jueves, 14 de abril de 2016

El potencial afrodisíaco de la sandía y otros asuntos libidinosos

"Cuanto más estudiamos la sandía, más nos damos cuenta de lo impresionante que es una fruta para proporcionar estimuladores naturales al cuerpo humano".

Son palabras del Dr. Bhimu Patil, el individuo de la foto, que es director del Texas A&M's Fruit and Vegetable Improvement Center (Estados Unidos) y principal autor de una investigación del año 2008 en la que concluyó que ciertos componentes de la sandía ejercen efectos sobre los vasos sanguíneos similares a los del sildenafilo, el principio activo de Viagra.

En consecuencia, según su estudio, el consumo del fruto pepónide de esta curcubitácea puede ser beneficioso para preservar la potencia sexual masculina e incluso para incrementar la líbido.

martes, 5 de abril de 2016

A los mosquitos no se la dan con queso

La comparación entre el olor a pies y el que emana de ciertos tipos de queso es un tópico con larga tradición. En aras del progreso de la ciencia, nadie debe sorprenderse al comprobar que incluso esto también ha sido estudiado con moderna metodología.

Un científico de Florida, el Dr. D. L. Kline quiso saber hasta qué punto son similares la peste a pies y el aroma del queso de tipo Limburger (J Vector Ecol 1998;23:186-194). Y como jueces evaluadores imparciales eligió, nada más y nada menos, que a mosquitos, concretamente a "mosquitas", pues son las hembras las que nos chupan la sangre y no los machos. 

Al parecer, estos molestos insectos tienen entre sus curiosos gustos el que se deleitan con las emanaciones que despiden nuestros pies, cuanto más intensas mejor. El Dr. Kline utilizó hembras de la especie Aedes aegypti, cuya respuesta olfativa fue estudiada mediante una especie de trampa que utilizaba los olores como cebo.