sábado, 31 de octubre de 2015

Nada que hacer frente a un ataque de zombis

Aprovechando que esta noche es Halloween, recupero un artículo sobre muertos vivientes. Resulta que, si se diera el caso de que los zombis existieran y nos atacaran, la extinción de la humanidad estaría prácticamente asegurada. Así que esos finales made in Hollywood en los que brillan rayos de esperanza para la raza humana gracias al arrojo de un pequeño grupo de héroes anónimos cabe considerarlos excesivamente optimistas.

No hay vuelta de hoja. Es lo que afirmaba un grupo de científicos canadienses, autores de una investigación que aparece en un libro de 2009 titulado 'Infectious Disease Modelling Research Progress'. El resto de capítulos de la obra abordan enfermedades como la tuberculosis, la gripe o la malaria. Sin embargo, para sorpresa de los lectores, uno de esos capítulos lleva por título “¡Cuando los zombis atacan! Modelo matemático de un brote de infección de zombis”.

Está firmado por tres estudiantes y un profesor del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Ottawa, Robert J. Smith?. Cuidado, el signo de interrogación en el apellido no es un gazapo ortográfico sino, según explica, la manera de que no lo confundan con el cantante de The Cure.

jueves, 29 de octubre de 2015

Un enigmático caso de gonorrea

Comprobar qué tipo de artículos de este blog tienen más visitas reafirma mi primera impresión de que a los lectores les gusta el morbo y la carnaza. Así que, después de dos posts –podríamos calificar de “ligeros”- dedicados a la música y al riesgo de muerte de los rockeros famosos, recupero un caso clínico ya algo antiguo que apareció en el viejo blog de ‘JANO’.

En cierto modo, enlaza con el caso clínico de la semana pasada sobre la maestra india que aspiró un condón practicando una felación y que lo tuvo en el pulmón durante meses. La relación con el caso que voy a comentar es que los médicos también tuvieron que actuar como sesudos detectives para resolver un misterio.

Del mismo modo que la maestra india, el bochorno fue el motivo de que médicos de Groenlandia tardarán en dar con el origen de la enfermedad de un capitán de un barco pesquero que fue a la consulta con síntomas de gonorrea, enfermedad cuyo diagnóstico se confirmó con un análisis de sangre.

El caso clínico (Genitorutinary Med 1993;69:322) representó un reto en el que tuvieron que echar mano de todas sus dotes persuasivas en el ámbito del interrogatorio para hallar la fuente de la infección, dado que se trataba de una enfermedad de declaración obligatoria.

martes, 27 de octubre de 2015

Sobre el mítico ‘Club de los 27’

Janis Joplin, Jimi Hendrix, Brian Jones, Kurt Cobain, Jim Morrison y Amy Winehouse. Estas figuras de la historia del rock son los más famosos integrantes del llamado ‘Club de los 27’, ya que tienen en común que fallecieron a la edad de 27 años.

Las drogas y el alcohol tienen mucho que ver con la mayor parte de sus muertes, exceptuando el suicidio en el caso de Cobain y un ataque de asma, que es la versión oficial de la defunción del ‘Rolling Stone’ Brian Jones, cuyo cadáver fue hallado en su piscina.

Hay más rockeros que murieron a los 27, aunque de menos renombre internacional. Sin ir más lejos, podríamos añadir al grupo a nuestra cantante Cecilia, la del ‘ramito de violetas, víctima de un accidente de tráfico también a esa fatídica edad.

¿Pero de verdad ese simbolismo con el 27 está justificado? ¿Es cierto que los músicos de la historia del rock tienen más probabilidades de fallecer a los 27 años? Tras la muerte de Amy Winehouse en 2011, un grupo de investigadores alemanes y australianos se dispuso a encontrar la respuesta. Su estudio se publicó en el ‘British Medical Journal’ (BMJ 2011;343:d7799) y que viene al hilo del artículo anterior de este blog sobre el riesgo de muerte de los jóvenes rockeros.

jueves, 22 de octubre de 2015

Los viejos rockeros nunca mueren... ¿y los jóvenes?

"Por Janis, Lennon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonham, Brian y Moon". Así rezaba una canción de principios de los ochenta de Barón Rojo, titulada ‘Concierto para ellos’, con la que la banda de rock duro rendía homenaje a figuras del pop/rock fallecidas. A esa triste lista podrían añadirse las posteriores muertes de Freddie Mercury, Kurt Cobain, Amy Winehouse y Whitney Houston, entre otros.

Ninguno llegó a viejo, reflexión que posiblemente condujo a expertos en salud pública de Liverpool y Manchester a iniciar un estudio para discernir si las estrellas del rock tienen un mayor riesgo de muerte prematura que el resto de los mortales.

Para ello elaboraron un catálogo con los músicos e intérpretes responsables de los 1.000 álbums más vendidos de la historia del rock, punk, rap, pop, rhythm & blues y new age. En total, 1.064 célebres estrellas norteamericanas y europeas, de las que se recogieron datos de supervivencia a partir del momento en que alcanzaron la fama.

martes, 20 de octubre de 2015

¿Anticoncepción pulmonar?

El post anterior sobre el futbolista australiano que se tragó una chapa de cerveza podría enlazarse con este otro caso clínico espeluznante que comento a continuación. Habréis visto que la imagen es parecida a la de la semana pasada: una radiografía. Pero si bien aquella mostraba la chapa en el esófago del deportista cervecero, está muestra un objeto insólito, una sombra blanca de algo alojado en el pulmón de la izquierda. ¿Lo adivináis o llamamos a Sherlock Holmes?

Y es que la literatura médica nos ofrece a veces situaciones que constituyen impresionantes desafíos detectivescos cuya resolución habría sido mucho más sencilla si los pacientes hubieran explicado las cosas llanamente, sin tabúes, desde un principio.

Sobre este caso clínico ya escribí hace algo más de diez años, pero creo que vale la pena recordarlo. Se publicó en una revista médica india (Indian J Chest Dis Allied Sci 2004;46:55-58). La paciente, de 27 años, era una maestra de escuela que acudió al médico porque tenía tos, esputo y fiebre persistente desde hacía unos 6 meses. Se sospechó de neumonía e incluso de tuberculosis, pero tras recibir durante 4 meses fármacos antibióticos y antituberculosos, los síntomas no remitieron.

martes, 13 de octubre de 2015

La chapa de cerveza en el esófago del futbolista

En el número navideño del ‘British Medical Journal’ se publicó hace unos cuantos años un espinoso caso clínico (BMJ 2007;335:1281). El doctor Robert J. Douglas, que trabajaba en el servicio de urgencias de un hospital de Adelaida, en Australia, explicaba que tuvo que asistir a un jugador de fútbol australiano de 24 años que ese mismo día había estado de celebración con sus compañeros de equipo por haber ganado la liga.

Fue a urgencias porque sentía como si tuviera algún objeto extraño en la garganta que le impedía respirar con normalidad. Las primeras exploraciones fueron infructuosas, pero en la radiografía de tórax que se realizó a continuación se pudo ver a la altura del arco aórtico un objeto metálico de forma circular. Tenéis la imagen aquí arriba a la derecha. Le practicaron una endoscopia y el objeto extraído resultó ser una chapa de una botella de cerveza.

Por lo visto, los jugadores llenaron el trofeo con cerveza y el protagonista del caso clínico, que se bebió el líquido que quedaba en la copa, se tragó la chapa sin darse cuenta. Para eso hay que tener buenas tragaderas o hay que estar bastante cocido de alcohol, dos circunstancias que probablemente coincidieron en la misma persona durante la celebración de la liga. De hecho, el análisis de sangre mostró una concentración de etanol en sangre de 0,109 gramos por decilitro, indicativos de una tajada considerable.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Olor a hembra

En su libro ‘Diga 33’, una divertida y recomendable recopilación de anécdotas médicas, José Ignacio de Arana explicaba el caso de un irritado marido que puso una reclamación al hospital donde habían ingresado a su mujer porque –textualmente- “le habían quitado su olor a hembra”, tras haberle lavado los genitales. Espectacular y real como la vida misma.

Recordé esa anécdota ayer cuando encontré un exquisito artículo de investigadores mexicanos publicado en la revista ‘Frontiers in Endocrinology’. Lo que estudiaron, nada más y nada menos, fue cómo reaccionan biológicamente los hombres cuando se les da oler un extracto de sobaco femenino o de vagina, evidentemente también femenina.

El artículo se titula ‘Cambios en los niveles salivares de testosterona y cortisol y en el deseo sexual en varones tras oler esencias de axila y vulva femeninas’ (Front. Endocrinol. 4:159. doi: 10.3389/fendo.2013.00159). Y sin duda, arroja interesantes descubrimientos.

Participaron 45 mujeres jóvenes que prestaron sus efluvios a la ciencia y 115 valientes machos que se dedicaron a olisquearlos, también en aras del progreso de la humanidad, por supuesto. Todos eran voluntariosos estudiantes y todos declararon ser heterosexuales. La gratificación para los chicos: unos 15 dólares por cabeza (o nariz). Para ellas el doble, ya que proporcionaron sus muestras dos veces.