Dentro de pocas semana finaliza la campaña de la renta de
este año, lo cual me recuerda un artículo que escribí hace unos años sobre un estudio
publicado en ‘Science’ (Science
2007;316:1622-1625) en el que se nos aseguraba que encontramos cierto
placer en eso de pagar impuestos. Y no era ninguna ironía. Los autores lo
decían en serio.
De hecho, ellos mismos, un psicólogo cognitivo y dos
economistas de la Universidad de Oregon, se quedaron
estupefactos al comprobar los resultados. Explicaban que emplearon resonancia
magnética funcional, prueba de imagen que permite observar qué áreas del
cerebro se activan en respuesta a determinados estímulos, en un grupo de 19
mujeres. A cada una se le entregaron 100 dólares y, al mismo tiempo que se
examinaba su cerebro, se les instó, como impuesto obligatorio, a destinar una
parte de ese dinero a bancos de comida.
En el momento en que veían en la pantalla del ordenador
cómo su dinero se evaporaba, los investigadores observaron cómo dos regiones
primitivas y profundas del cerebro, llamadas caudate nucleus y nucleus
accumbens, se activaban de forma significativa. Se trata de áreas de
nuestra mente que, según anteriores estudios, se activan cuando el hambre, la
sed y algunos placeres resultan saciados.
Pero la investigación fue más allá y se pidió a las participantes
decidir si quedarse con el resto del dinero o donarlo con fines caritativos.
Pues bien, en estos últimos casos, las citadas áreas cerebrales se activaron
aún más si cabe, mostrando así que regalar el dinero, al menos cuando se hace
con buena intención, es tan satisfactorio para nuestras neuronas como meterse
un chuletón entre pecho y espalda después de una semana de ayuno.
Para el psicólogo autor del experimento, los resultados
indicaban que, sorprendentemente, "pagar impuestos nos hace felices".
Sin embargo, me parece una conclusión muy reduccionista extraída de un estudio
bastante sesgado. ¿Qué resultados habrían salido si hubieran elegido como
participantes a unos cuantos banqueros de esos que salen cada día en las
noticias? ¿O a aquellos que hicieron cambiar el Padrenuestro porque no les
gustaba lo de "perdonar a nuestros deudores"? Seguro que muchos
nombres que se os pasan por la cabeza ahora mismo tienen unos caudate nucleus y nucleus accumbens que deben
de alcanzar el clímax cuando defraudan a Hacienda. Convendría estudiarlo...
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