De vez en cuando no es raro
encontrar en la literatura médica trabajos dedicados a analizar el estado de
salud de personajes históricos reales e incluso de ficción. Se ha investigado, por
ejemplo, el caso de Tintín y su hipogonadismo hipogonadotropo derivado de
múltiples traumatismos craneales (CMAJ 2004;171:1433-1434).
También comenté en este blog las investigaciones sobre el estado mental del
osito Whinnie Pooh y sus amigos (CMAJ 2000 163:1557-1559)
y también hay quien se ha dedicado a profundizar en el trastorno de
personalidad antisocial de Sansón (Arch Gen
Psychiatry 2001;58:202-203).
Hoy vamos con otro famoso personaje
de ficción: Gollum. Fue el paciente acomodado en el "diván
imaginario" de la psiquiatra Elizabeth L. Sampson, quien con un grupo de
estudiantes firmó el análisis exhaustivo del personaje en el British Medical Journal (BMJ
2004;329:1435-1436) hace algo más de una década.
En apenas dos páginas, la Dra.
Sampson hizo un repaso de la biografía de este patético personaje de ‘El Señor
de los Anillos’, informándonos, por ejemplo, de que es soltero, que tiene 587
años o que no se le conoce "historia de abuso de sustancias", aparte
del tabaco de pipa que pudo fumar en su adolescencia cuando era un hobbit
‘relativamente’ normal.
Nos hablaba también de su
naturaleza solitaria, de su aspecto poco favorecido, o nos explica el asesinato
que cometió, el de su único amigo Deágol, con el fin de apoderarse del fatídico
anillo que lo llevó a su autodestrucción.
Asimismo, en el diagnóstico del sujeto
nos comentaba que, debido a su "dieta extremadamente limitada, consistente
únicamente en pescado crudo", es probable que presente una deficiencia de
vitamina B-12 que le cause irritabilidad, ilusiones y paranoia. También
atribuye a la anemia por deficiencia de hierro su pérdida de cabello y de peso.
Sus ojos saltones y extrema delgadez sugieren, en opinión de la Dra. Sampson y
colaboradores, la existencia hipertiroidismo. Por otro lado, su rechazo a la
luz del sol puede ser consecuencia de su fotosensibilidad, característica de
porfiria.
Los autores señalan que en internet
encontraron alrededor de 1.300 páginas que discuten la naturaleza de la
enfermedad mental de Gollum. Con el fin de arrojar más luz a esta inquietante
cuestión, la Dra. Sampson interrogó a 30 estudiantes de medicina para que
intentaran diagnosticar al personaje de Tolkien, y resultó que 25 de ellos dijeron
que era esquizofrénico, algo que la psiquiatra echa por tierra rápidamente,
pues no cumple los criterios del ICD-10 (International Classification
of Diseases-10).
Tres de los estudiantes consultados
dedujeron que presentaba un trastorno de personalidad múltiple, dado que es
como dos personajes en uno –Gollum y Sméagol-. No obstante, en estos casos cada
una de sus personalidades no es consciente de la existencia de la otra, algo
que no ocurre en Gollum, puesto que incluso mantiene conversaciones entre
ambas.
Finalmente, la Dra. Sampson nos da
la solución: el personaje tiene trastorno de personalidad esquizoide, para el
cual cumple siete de los nueve criterios del IC-10. Honestamente, creo que ni
el mismo J.R.R. Tolkien se lo hubiera planteado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario