miércoles, 11 de noviembre de 2015

Música, suicidio y alucinaciones

Hoy aprovecho para recordar algunos estudios insólitos relacionados con la música que ya comenté hace tiempo en mi antiguo blog. Como desaparecieron del ciberespacio, creo que es el momento de recuperarlos aquí.

Vamos allá. La musicoterapia se define como la utilización de la música y de sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) con el fin de mejorar el funcionamiento físico, psicológico, intelectual o social de personas que tienen problemas de salud o educativos. Según sus defensores, los efectos curativos de la música se conocen desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, a tenor de los resultados de ciertos estudios científicos, algún género musical puede tener efectos insospechados nada terapéuticos.

Es el caso del trabajo firmado por Steven Stack y Jim Gundlach (Social Forces 1992;71:211-218), que se dedicaron a estudiar nada menos que la posible relación entre la música country y el suicidio. Personalmente, es un tipo de música que no me atrae en absoluto, pero me cuesta imaginar que escuchar la voz de Linda Ronstadt o Kenny Rogers me induzca a volarme la tapa de los sesos. Ni a mí ni a nadie.

No obstante, los autores explican que las letras de las canciones country –que a menudo tocan temas como las discusiones de pareja, el abuso de alcohol o los problemas de trabajo- pueden tener un efecto negativo sobre la mente de personas ya en sí proclives al suicidio. Y como es habitual, basan sus resultados en las estadísticas.

En su investigación comprobaron en 49 áreas metropolitanas que cuanto mayor es el tiempo dedicado por las cadenas radiofónicas a la música country mayor es la tasa de suicidios entre la población de raza blanca. La verdad es que los hispanos y afroamericanos (como se les llama ahora para ser políticamente correctos) nunca se han sentido muy atraídos por el country. Además, los autores añaden que ese efecto es independiente de factores como el divorcio, la pobreza, el hecho de habitar en un estado sureño o el acceso a armas de fuego.

Este estudio tuvo réplicas de otros (Death Stud 2002;26:501-504 y Suicide Life Threat Behav 1996;26:68-70), cuyos autores descartaron que la música country influya en el suicidio, algo que sí consiguen, por el contrario, el rap y el heavy metal. Sobre este último género está de acuerdo el propio autor Steven Stack, quien ya publicó un trabajo hace unos años (Suicide Life Threat Behav 1998;28:388-94) en el que llegó a esa misma conclusión. En todo caso, hay que resaltar que el mencionado artículo de la música country obtuvo el Premio Ig Nobel de Medicina en 2004.

Otra investigación musical también logró este estrambótico galardón en 1997. Su título: "Efectos de la música y estimulación auditiva en la segregación de inmunoglobulina A (IgA)" (Perceptual and Motor Skills 1998;87:1163-1170). Los autores comprobaron que la música de ascensor, esa música ambiental sosegada y tranquila a la que a veces se cita como smooth jazz, podría servir para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir así algunas enfermedades, por ejemplo, el resfriado común. Interesante, sin duda.

Otro estudio a priori algo extravagante se dedicó a saber qué música escuchan los sujetos que sufren alucinaciones auditivas, definidas como percepciones sensoriales anormales que ocurren cuando la persona está despierta y consciente. Pueden ser producidas por consumo de drogas y, asimismo, son frecuentes en pacientes con trastornos psicóticos como la esquizofrenia.

Dentro de este grupo de alucinaciones encontramos las musicales, que en realidad no son muy frecuentes, pues se estima que afectan a una de cada 10.000 personas mayores de 65 años. Hay que matizar que el hecho de tener en la mente una cancioncilla que parece imposible quitárnosla de la cabeza no es una alucinación, ya que esta implica escucharla como si la estuvieran interpretando de verdad.

Las alucinaciones musicales, según los diversos estudios publicados, se dan en mayor medida en mujeres, y la edad avanzada, la ceguera y la enfermedad cerebral que afecta al hemisferio no dominante parecen tener un papel importante en su desarrollo.

Pues bien, dos psiquiatras de Gales se dedicaron a confeccionar una lista de las canciones y temas más habituales que escuchan los pacientes con estas alucinaciones, algo así como “Los 40 alucinantes principales”. Resulta que el "top one" lo ocupa Abide with Me, un himno religioso con letra de Henry Lyte que fue creado a mediados del siglo XIX y que en Inglaterra se interpreta a menudo en los funerales.

Según el estudio de los Dres. Nick Warner y Victor Aziz, que presentaron sus conclusiones en una conferencia del Royal College of Psychiatrists, 6 de los 30 pacientes (20%) examinados afirmaban escuchar ese himno dentro de su cabeza, un porcentaje nada despreciable. Su letra con palabras esperanzadoras sobre el cielo y Dios parecía resultar reconfortante para los participantes del estudio, cuya media de edad era de 78 años.

La investigación muestra que más de la mitad de las alucinaciones corresponden a algún tipo de música religiosa, sean himnos o villancicos. En la lista también aparecen clásicos como Beethoven o Schumann, así como Don't Cry For Me Argentina, canción compuesta por Andrew Lloyd Webber para el musical Evita, o la pachanguera Yes, We Have No Bananas, escrita por Frank Silver e Irving Cohn en 1923.

Sin embargo, estos resultados son en cierto modo sesgados debido a la avanzada edad de los participantes del estudio, según señalaban los propios Dres. Warner y Aziz. Seguro que a esa edad habían asistido ya a muchos funerales y, a juicio de los investigadores, el hecho de que uno escuche repetidamente ciertas canciones es precisamente la razón de que sean más frecuentes como alucinaciones. "El lugar donde alguien vive y el tipo de música que escucha tienen un indudable impacto", indicaban. Por lo tanto, es más probable que un alucinador musical hispano se vea más afectado por La Macarena de Los del Río o por El chiringuito de Georgie Dann que por el Abide with Me. Como si no fuera suficientemente insufrible tener alucinaciones psicóticas.


1 comentario:

  1. Excelente artículo.
    Precisamente de las cosas que se mencionan en el artículo, el divorcio es una de las principales, acarrea una gran cantidad de problemas y depresiones.

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