No es
lo mismo pisar con garbo, como la morena de ‘El relicario’, que caminar a
pasitos cortos como una geisha o un conejito de esos que anuncian pilas
Duracell. Un sexólogo con buen ojo tendría muy claro qué andares se relacionan
con la facilidad de la mujer para alcanzar orgasmos vaginales.
Es lo
que nos explicó el Dr. Stuart
Brody, un especialista de la Universidad de West
Scotland que saltó a las páginas de casi todos los medios de comunicación
gracias a un artículo publicado hace casi una década en el Journal
of Sexual Medicine (2008;5:2119-2124).
Lo
cierto es que el concepto de orgasmo vaginal -como diferenciado del orgasmo clitoriano-
fue adquiriendo cada vez más más fuerza. Freud ya relacionó en su día la
incapacidad para alcanzar orgasmos vaginales con la inmadurez sexual. El propio
Dr. Brody mencionaba en su artículo, además, que esos orgasmos se asocian a una
mejor salud mental. Y en una investigación anterior que había publicado en la
misma revista (J Sex Med
2008;5:1167-1176) concluyó –después de haber evaluado a 94 mujeres
portuguesas- que aquellas capaces de alcanzar el orgasmo vaginal en el coito se
caracterizaban por un menor uso de mecanismos de defensa psicológicos propios
de la inmadurez.
También
firmó otro trabajo en el Journal
of Sex & Marital Therapy (2008;33:319-327),
realizado asimismo mediante encuestas a mujeres portuguesas, que aquellas que
alcanzaban orgasmos vaginales practicando el coito valoraban de forma más
positiva su relación de pareja que el resto, y asociaban su vida sexual a
términos como "satisfacción", "pasión", "amor",
"intimidad" y "confianza". Y, además, se masturbaban menos,
tal como reveló el Dr. Brody
En
cualquier caso, el título de su nuevo artículo, que causó sensación en la
opinión pública, lo decía ya casi todo: "el historial de orgasmo vaginal
de una mujer es discernible por su forma de andar". Según comentaba, el
objetivo de su insólita investigación fue comprobar si sexólogos
convenientemente entrenados eran capaces de distinguir qué mujeres pueden
alcanzar este tipo de orgasmo y qué mujeres no, únicamente observando su forma
de caminar.
Para
ello, grabaron en vídeo a las participantes del experimento -16 mujeres, esta
vez belgas, no portuguesas- mientras caminaban por la calle. Después los
sexólogos debían acertar cuáles de ellas alcanzaban orgasmos vaginales. Los
resultados mostrarón que respondieron correctamente en el 81,25% de los casos,
lo que no está nada mal.
El Dr.
Brody nos explicaba dónde reside la clave. Básicamente, es una combinación de
dos características del modo de andar: zancadas más largas y mayor rotación
pélvica y vertebral. Es decir, que aquellas féminas que mueven sus caderas con
más amplitud y gracia, y con pasos largos, son las que parecen disfrutar de una
vida sexual más completa, según lo que se deriva de las palabras del
investigador. Él mismo, en las conclusiones de su estudio, señalaba que esos andares
se caracterizan por su fluidez, energía, sensualidad, libertad y ausencia de
músculos flácidos.
A su
juicio, tal vez esa forma de caminar refleja una mayor confianza en sí mismas
tal vez a causa de tener una vida sexual más plena. También opinaba que
determinadas características anatómicas pueden predisponer a una mayor o menor
tendencia a experimentar esos orgasmos.
Por
todo lo dicho, queda bien claro que el Dr. Brody es todo un experto –y
prolífico autor- en estos temas, y títulos de otras investigaciones por él
firmadas lo corroboran. Ejemplos: "La sensibilidad de los dedos de las
mujeres se correlacionan con la conducta sexual en pareja pero no con las
frecuencias de masturbación en solitario" (J
Sex Marital Ther 2008;34:343-352) o "La relación penil-vaginal
disminuye el aumento de peso" (Med Hypotheses
2008 Aug. 6). Títulos como estos hacen que esperemos con ansias cada uno de sus
nuevos estudios.
Un post muy curioso y unos experimentos muy instructivos, un saludo.
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