Es evidente que el abuso de alcohol afecta a nuestro estado
mental, pero también sabemos bien que a cada cual le afecta de forma distinta.
Tenemos ese amigo al que se le suelta la lengua y que cuando se mete dos copas
de más no calla ni debajo del agua. Y ese otro que suele ser tranquilo cuando
está sobrio y que es capaz de liarse a mamporros con el primero que le roce
después de beberse cuatro pelotazos.
A pesar de que por internet circulan bastantes artículos
titulados algo así como “Los 12 tipos de beodos que puedes encontrarte en una
fiesta”, psicólogos estadounidenses de la Universidad
de Missouri comprobaron que en realidad nadie había investigado el tema
desde un punto de vista rigurosamente científico. Así que se pusieron manos a
la obra y reclutaron a 374 universitarios y 187 amigos de lo primeros que
solían acompañarlos cuando salían de copas. Entrevistaron a todos ellos y llegaron
a la conclusión, tal como publicaron en ‘Addiction Research and
Theory’ (2015;
Vol. 24 , Iss. 1,2016), que los borrachos pueden clasificarse según su
comportamiento en cuatro categorías. Lo más divertido es cómo denominan a estos
cuatro tipos: el ‘Hemingway’, el ‘Mary Poppins’, el ‘Míster Hyde’ y el ‘Profesor
Chiflado’.
Los cuestionarios que rellenaron los participantes se basan
en una escala que midió los llamados ‘Cinco Grandes Factores’ relacionados con
la personalidad: la extraversión (predisposición a ser hablador y a mostrar
abiertamente los sentimientos), la cordialidad o amabilidad (característica de
personas simpáticas, cariñosas y compasivas), la estabilidad emocional
(capacidad de controlar las emociones negativas, como el mal humor y la
tensión), la responsabilidad o tesón (personas fiables y resolutivas, además de
organizadas y meticulosas) y el intelecto o apertura a la experiencia (que
caracteriza a individuos con ganas de aprender cosas nuevas y que incluye
rasgos como la perspicacia y la imaginación).
Pues bien. Con esos cuestionarios, rellenados tanto por los
participantes como por sus amigos de copas por separado, se observó cómo la
intoxicación etílica puede afectar a esos cinco factores. Y de ahí extraen los
cuatro tipos de borrachos.
El primero es el ‘Hemingway’, en honor al escritor
norteamericano famoso no solamente por sus libros y su premio Nobel sino
también por su capacidad para mostrar mínimos signos de intoxicación a pesar de
absorber mojitos como una esponja. Los psicólogos de Missouri señalan que es el
tipo de bebedor más extendido y se caracteriza por presentar solamente pequeñas
reducciones de la capacidad intelectual y de la responsabilidad, reducciones
que, por otra parte, son inferiores a la media.
El borracho ‘Mary Poppins’ sería esa persona que es
simpática y agradable cuando está sobria, un rasgo que se mantiene casi sin
alteración tras atizarse una docena de chupitos. Las disminuciones de factores
como la responsabilidad y la capacidad intelectual también son inferiores a la
media.
Vayamos con el ‘Míster Hyde’. Como bien sabréis, es una
clara referencia al siniestro personaje de la novela de Robert Louis Stevenson
en que se convertía y Doctor Jekyll tras engullir un brebaje de su propia
invención. A este tipo de bebedor le afecta el alcohol de manera que disminuye considerablemente
su capacidad intelectual, su responsabilidad y su cordialidad. Sería ese amigo
que se transforma en un energúmeno y que no dudaría en tratar de soltarle dos
sopapos al portero de la discoteca.
Finalmente tenemos al ‘Profesor Chiflado’, inspirado en la
película clásica protagonizada por Jerry Lewis y posteriores remakes. Como el
personaje de la película, este tipo de bebedor es introvertido cuando está
sobrio pero su extraversión se dispara sin control tras unas cuantas copas, al
tiempo que su responsabilidad o tesón caen bajo mínimos.
Además de establecer esta clasificación, los autores del
estudio también quisieron comprobar qué consecuencias tiene la intoxicación
etílica en cada uno de estos grupos de beodos. Ya hemos visto que al
‘Hemingway’ no le afecta mucho el alcohol, así que en este grupo las
consecuencias de la embriaguez son pocas. A los ‘Mary Poppins’ tampoco les
afecta mucho el consumo de bebida.
Por el contrario, la disminución significativa de la
responsabilidad y de la amabilidad que experimenta el ‘Míster Hyde’ sí que
puede acarrearle consecuencias negativas, entre ellas la paliza que le puede
propinar el mencionado portero de la discoteca. De hecho, es el único tipo de
borracho en el que se observa un incremento significativo de consecuencias
negativas debido a la bebida, como pueden ser pérdidas de memoria o arrestos
policiales derivados de su merluza, puesto que el ‘Profesor Chiflado’ se
caracteriza por ponerse más pesado que un bocadillo de cemento, pero eso no le
acarrea graves consecuencias.
Hay que tener en cuenta que este estudio tiene importantes
limitaciones, como el hecho de estar realizado solamente con una muestra de
estudiantes norteamericanos y de raza blanca. Tal vez en nuestro país existan
los mismos tipos, pero tal vez serían bautizados de otra forma (el ‘Fernando
Arrabal’, el ‘Jorge Javier’ o el ‘Ortega Cano’, por poner algún ejemplo
descriptivo).
Y como colofón, una de esas citas ocurrentes relacionadas
con el tema salidas de la boca de alguien que conocía bien lo que es una buena
trompa, Frank Sinatra: “El alcohol puede ser el peor enemigo del hombre, pero
la Biblia dice que debes amar a tu enemigo”.
Pues mira, yo sería más un Hemingway, pero tengo una amiga que se vuelve un "osito de mimosin" de puros besos y abrazos. Me encanta el artículo. Felicidades!!
ResponderEliminar